lunes, 16 de noviembre de 2015

"Hay que dejarla hacer lo que quiera"

La vida en su tránsito hacia dejarnos, no deja de afirmarse cuánto más próximo está su destino.
Obstinada en vivir, la abuela está furiosa. No entiende por qué tiene que dormir la siesta. Odia, siempre odió, ocuparse de la cosas de la casa: le molesta cocinar, limpiar, ordenar.
Por el contrario su vida, siempre pasó por otro lado. No fue junto a sus hijos, ni junto a sus nietos, ni siquiera junto a sus maridos que su ser se conmocionó y encontró sentido. Todo eso no fue más que un marco, muy provisorio, a la verdadera vida.
A pesar de los años, del cansancio físico, los olvidos a los que la somete su memoria enflaquecida, su lucha contra el mundo es incesante. Sea una causa humanitaria, ecológica (la guerra del agua), económica, la abuela va. Le duelen todas las vértebras de su columna astillada, pero no se pierde una marcha, un encuentro, una panfleteada.
No soporta los centros de jubilados, el tema de juntarse con lo que ella llama "los viejos", no le va. Se queja de los viejos babosos, de los viejos codiciosos. Después de todo ella no es una pensión, es una mujer. Prefiere entonces asistir a donde hay de todo, se siente una más. Es diversa, no la encasillen y punto.
En su cabeza tiene una coctelera histórica, donde se mezcla el peronismo, el comunismo, mussolini y el asambleísmo. Es fatigoso tratar de debatir con ella porque sus ideas son una extraña pócima cuya receta no vamos a llegar a entender nunca. Si no embestimos contra este enjambre, es una experiencia divertida  escucharla. Menos mi madre, sus vecinos y la administración del edificio, la quieren todos.
Si en algún instante flaquea, y el temor se hace angustia y verdad a gritos, eso, eso no lo cuenta. Tiene sus propios remedios, una clase magistral de eclecticismo posmoderno. Hay lugar para los yuyos, el hongo de la kombucha, el coro de señoras de la comunidad española -al cual no pertenece porque es mitad tana mitad india pero lo mismo va-, la cama ceragem, la terapia de activación celular, la gnosis y el grupo de kumites sanadores. A regañadientes va al médico, y siempre que puede se olvida de dónde puso su medicación.
No puedo rezar por vos, no soy creyente ni soy Charly. Pero te pienso y brindo a tu salud abuela.
Chin Chin.






lunes, 9 de noviembre de 2015

Un alma que escapa de este mundo hacia el más allá
Sankai Juku: como gravita el cuerpo

https://www.youtube.com/watch?v=LiDeezB4JA0


aún no he vuelto del todo
de aquél placer profundo y oscuro
de esa caminata suriayi al borde de la montaña
tu mano cortada y tu boca expectante
cayeron las naranjas sobre las piedras
y el jugo me provocó infinitamente

la pulpa
la sed
aparecí entre sombras
en el sudor
imagen mítica que habité
repleta de sándalo
deseo

caí descalza hacia el cielo que se preparaba para una gran tormenta de tierra...

no, aún no he vuelto
tengo polvo en la lengua
y tengo miedo







martes, 4 de agosto de 2015

hay un silencio
esperando ser pronunciado
hay un cuerpo
que no se deja aquietar

la respiración es inconclusa
no se dejan suceder sístole y diástole,
y en su lugar empuja una calesita
el aire con sangre

contrae y relaja
músculo cardíaco
a dónde me llevas?
un paseo infernal
que no acepta retrocesos

pulso histórico 
pulso histérico

no puede haber engaños
ni reformas paulatinas
el útero siempre parió la historia
con violencia

sábado, 25 de julio de 2015

...en mis sueños nunca pierdo la oportunidad...
....quiero hacer cosas imposibles....cosas imposibles
Gustavo Cerati

necesito imaginar
cosas que no existen
cuando abro la puerta de casa
de vez en cuando dejarlas entrar
por la ventana
y jugar

escucharte preguntarme
si es que acaso no siento
que mis pies se despegan del piso
cuando me abrazás
reírme reírme a carcajadas
mientras me caigo tratando de flotar

rodar por el piso
es bastante real
rodar por la calle
sería un juego mortal
pero las paradas de colectivos
son escenarios ideales
para el delirio musical

otra imagen que me gustaría ejecutar:
entro a mi trabajo
y mientras voy saludando a cada uno
van bajando de arriba
cielo o techos
unas sogas de las que me voy prendiendo
y me llevan por todas partes
hasta que definitivamente me voy
algunos alumnos intrépidos
se lanzan también al vuelo estelar

es imprescindible confundir la ficción y la realidad






martes, 2 de junio de 2015

ESCRIBIR DESDE EL ARMARIO DEL AULA

La escuela como institución sostiene una necesaria tensión entre la conservación de lo ya existente y la construcción de lo nuevo. Sin duda, las sexualidades disidentes, quienes no nos ajustamos a la heteronormatividad pautada como obligatoria, hacemos ruido. Un ruido que despierta esa tensión.


[...] fragmento

Diego López Curyk
Orgulloso maestro homosexual.

https://docs.google.com/document/d/1M18xsV5glydBsmQwT2YuVV4d0ra-21vMFpIKi95HS-k/edit

viernes, 22 de mayo de 2015

quisiera pedirte disculpas
estamos tan lejos
cuando fuimos tan cercanos
tan amantes
tan amigos
quisiera escuchar tus ideas con las mías
quisiera reírme de nuestro desencuentro
de los planes que no fueron
de las noches, los paseos,
de esa nuestra adolescencia tardía
que las cartas y las confesiones
vuelvan
como un colchón
como una caricia
que nos una
en un remanso
sin desear ser lo que no podría
aguas que se encuentran al retardarse
del fluir incesante de la vida
deseo un paraje,
un punto remoto
con un ombú,
un campo verdísimo y un horizonte plomizo
donde reconciliarnos
vos, yo
luego, seguir
cada cual su propio paralelo
guardarnos nuevamente
esta vez en el recuerdo y no en el olvido
Sube el pony
sube la montañita
sube y piensa qué gigante y poderoso es
mientras con mucho esfuerzo mueve,
paso tras paso,
sus cortas patas morrudas
avanza entre las piedras,
los yuyos duros y ramas caídas.
Llega hasta arriba
las nubes vuelan y vuelan
su flequillo tosco se agita
y ríe ríe.
De pronto un pájaro pasa
alto altivo
El pony mira hacia abajo
la cuesta se dió vuelta
y hay que bajar sin derribo.
El pony está a punto de llorar
su vértigo lo domina
y se pliegan sus miembros
hasta el suelo
pecho y barriga.
Cierra los ojos
y se desliza
sin intentarlo ni meditarlo
 ya roza su cuerpo
el camino,
la salida.




domingo, 26 de abril de 2015

es domingo
hoy
y mañana
es lunes
y voy a cumplir años
otra vez
como todos los años
te extraño
es de noche
es de día
como sigue siguiendo
un paso tras otro
tic tac
yo cada vez más
toc toc
sigo siguiendo
mi única guía es escribir
o leer
que es otra forma de escribirse adentro
"así no va salir ninguna danza"
pero un vaivén torpe
sigue insistiendo
sigue queriendo
sigo lo que sigue
empiezo a sonreir
o a llorar
que es otra forma de respirar
pero invertida




viernes, 3 de abril de 2015

conservación
conversión
conversación
No te recuerdo los días de sol rabioso
De cielo celeste que quiebra la mirada
De nubes brillantes de optimismo
Cuyo aire seco limpia lo que sea
Esos días
mi vida camina rápido,
orgullosa,
atareada con las mil y un cuestiones cotidianas
resolutiva, acalorada,
irreflexiva
hunde sus pies en la arena firme de las decisiones tomadas
de las convicciones y la mirada al futuro
los planes, los esfuerzos.
Son los días de humedad,
del sudeste soplando río,
cuando los pulmones se llenan
con la espesura taxativa de la historia;
repleta de miradas perdidas,
en un horizonte utópico de libertades,
de revoluciones extraviadas,
con su sentir de pájara altiva
y olvidada;
alimentando el sustrato blando
de este estuario, de estos ríos.
Mirada de puntos suspensivos,
es tu ausencia que habla de esas cosas,
de cosas perdidas,
insatisfechas, elaboradas,
imposibles.
Una bandeja especialmente preparada,
una fiesta, con frutas, canciones y banderines;
una bicicleta antigua, un cine improvisado.
Son quizás días algo perdidos,
eternamente ambivalentes.
Los que no vivimos la historia lo suficiente,
estamos en la sombra de la parra,
en el murmurar titubeante,
estamos obligados a escuchar impacientes el relato de aquel exilio.
La presencia del ausente,
es al fin un asunto político y también sentimental,
general y particular,
infaltable elemento vitalista.
Mi recuerdo lo atribuye a vos,
así estoy al fin en paz
con en el silencio de todos los balcones vacíos.


no hay que bajar los brazos
no hay que capitular
frente a las consignas berretas
sobre el amor, el capitalismo, la inseguridad
frente al avance del sinsentido
la poshistoria
el fin del arte, el fin de los relatos,
el fin del fin

pero, a favor de qué?
esta debe ser la edad
en la cual
uno no sabe exactamente
si volver a rezar
si volver a creer
volver,
¿a qué, a dónde?

de algún modo ya intuís
que no hay mucho más
pero no hay nada que no tenga su revés
cierta condición permanente o transitoria
de carácter objetable
nada es perfecto -ni vos-
 y nada es para siempre
 vas seguir aceptando
 vas a seguir escuchando
esa palabra que no te gusta
-negociando-

en cierto punto del relato
te debés haber dejado
algo importante
algo sustancial
ahora no te lo podés acordar
por supuesto,
no te viene simplemente
es como una ventana que al cerrarse
deja un huequito
por ese huequito entra aire a lo loco
no hay forma de evitar la fuga

lo que quedó del lado de adentro,
bueno,
se encuentra algo desordenado,
y no sabés bien,
si es por este asunto del huequito
o qué,
el caso es que no cierra,
que no va a cerrar la fukin window


Cuerpo Compartido

El viento me despeina batiendo alas
se lleva mi pensamiento sobre una barca emplumada
y ahora que nos separa la lejanía
un ojo lo tengo triste y el otro me da alegría

Elizabeth Morris

Desde entonces
dejé de comer carne.
Pero un pedazo de tu corazón
comería con gusto

Inventarios

Tengo que hacer un inventario
lo que quedo de vos en los estantes
adentro de la alacena en las polillas.
Lo que se comieron las arañas
rincón donde se pierden las afirmaciones.

Miradas que salían desde tus ojos
en esa última noche
convirtiéndose en un muffin relleno de pólvora
incrustado en cada uno de los muebles.
El vapor de la pava silbadora
la manera en la que tus manos
se llevan el ultimo cigarrillo a la boca.

Vení, baila algo, lo que sea
que tu cuerpo sangre y no sean
tus hijos los que se van.
Recostarte otra vez sobre la cama
tu saliva saliendo de mi boca
volviendo a la mía
mientras los cuerpos se alejan
la transpiración sobre las espaldas
ingresa otra vez en la piel
destila el dióxido de carbono excedido
suspendido en el aire.

La ropa se levanta del piso, nos viste.
Mis células aspirándose de tus brazos
vuelven a mis manos
las medias grises te levantan
con la misma fuerza con la que caímos.
Salimos de la casa
caminando en direcciones opuestas
como si nunca nos hubiéramos cruzado.

Anoche me di cuenta
que te había estado esperando toda mi vida
nunca creí del todo
que fueras de poliéster o epidermis
imaginaba verte de neón.

Entre tanto
soy la huelga en la puerta de tu lengua
la tibieza dentro de una taza
donde ya no quedan rastros del té
y no hay pericia que valga
para sustentar el vacío.

Las compras las voy a hacer por la mañana
ocupar el espacio que dejaste
los doscientos seis huesos
que movía tu cuerpo por la casa.

mariana garrido, http://borronyversonuevo.blogspot.com/

PUERCOESPINES


Y alguien se fía de mí,
alguien cree que no le miento.
Hay un lugar en mi cuerpo
que se llama vejiga, donde van a hacer hueco mis terrores,
paletas de nácar.

A veces cuando tengo demasiado
tengo
la sensación de un panal en el estómago,
con su abeja reina madre puerca espina.

No, yo no le mentí a nadie, todavía.
No dije de ciertos asuntos sus bordes celestes ni cosa parecida, hay
veces que preferiría el himen muerto a tus córneas.
Lo juro.
¿Se puede jurar en un poema?

Estoy arremolinada en el lomo de mi cuerpo
como un estropajo que intentase darse forma, versión o guarismo:
pero las matemáticas son para mí como monstruos negros
como esas bocas hembras bocas voluta de humo.

Y alguien cree en mis escombros, alguien
todavía se obnubila,
cimienta su fraude privado.

Yo no te merezco, voy a decirlo para que te lo aprendas como un ábaco.

Yo no te merezco, y nadie va a darte una certeza igual de redonda.
Apenas sé mecerme, apenas sé de las hamacas
su margen liviano,
quién te dejó ciego antes de mí,

de esta urdimbre de celofanes secos.

A nadie le debo las gracias ni
la placenta.

Más bien, diríase que alguien que pinta sus ojos con astillas me está en mora
y sus piernas me acechan.

No, yo dije que no había mentido tanto, no dije que nunca ni dije
la corrección como una cabra vencida en la pampa seca de un solo disparo
y todavía en el polígono mi padre me pide que apunte al piso
que nunca, pero nunca, levante el arma
que tenga respeto pero que, mejor, tenga miedo
que cuanto más miedo se tiene menos errores y más cerca
del cuerpo los codos

como para almorzar, a tientas, con las servilletas bajo las axilas
sin que los cubiertos hagan rechinar la cerámica sin
que las flores que alguien les bordó con tinta azul se desmenucen
sin que nadie chiste ni pida postre.

No, yo no dije que mintiese tanto, no dije de mí una sola cosa todavía.

El poema es un panal de abejas en el que se cuecen los hábitos

y la puercoespina, la muy madre, la muy cabra,
zumba dentro de la balacera su iracundia.

No, yo no dije que hubiese mentido,
hubiéramos hecho un pacto de muerte, los ábacos
no saben decir la palabra infinito, todavía
no se atreven al cero.

Creo que todo fue un asunto de matemáticas y salitres y yo no tenía
menos miedo al océano
como una postal de la Grecia que me dieron, sin haber
conocido los hexágonos primero:

Grecia, un nombre para mi hija

pero habrá que advertirle de su madre
que un día se tragará sus huesos sin que las servilletas se caigan
de debajo de sus axilas.

de Valeria Tentoni (inédito)


En los cuadernos
las cosas se rompen
la canilla del agua
pierde deliberadamente
las etiquetas
llevan nombres mudos
se diluye la sangre
en ríos está corriendo
se vacía la espera

Harta la piel de las vísceras
de los ojos se fuga la luz
y queda la borra
en el fin de la taza

Me deshago bajo las uñas
pasan trenes sin intermitencias
son trenes ajenos
caigo los párpados
y basta
como en el circo


Noche lobo

la noche lobo
me estalló en la cara
ahora
no sé quién soy

saciar
el alma
lo estrellado en el sueño
llevar olfato entre la maleza
los dientes firmes
la saliva incandescente


Fedra Spinelli en Digo Bosque y otros poemas



Un viernes increíble.

Tan increíble como si tuvieras enfrente un montón de mierda
que te pasa en altura.
Increíble y útil.

Útil como un montón de mierda cargada de nutrientes que han a fertilizar y fortalecer la tierra en que sembramos.
Un viernes increíble, inútil y agotador.

Agotador como si sostuvieras una larga y dura lucha contra una pared de hormigón armado, que te separa de la guardilla donde están las semillas y herramientas.

No hoy ni mañana,
pero en algún momento
vamos a cosechar los frutos
de este increíblemente útil y agotador viernes.

Y a las nubes cabreras que ni se atrevan a llover de más.
Porque mañana voy a estar repuesto y listo para soplar, abanicar y golpearlas en las pelotas para que no arruinen la cosecha.

Charly Punk











Muchacha Punk

Muchacha Punk
Ilustra Diana Regueira

Galletita de Coco (textos por niñxs)

Conversaciones

Animales

- ¿te gustan las palomas?

- ¿qué, para comerlas?


- ¿esos caballos son salvajes porque se salvaron?


Reyes

- che me parece que nos vamos a tener que portar bien

- por? para mi que los reyes son mamá

- por eso te lo digo

Navidad

"- ¿No sabemos donde está Papá Noel? ¿Está en el cielo? ¿Duerme o no duerme Papá Noel?"

Uriel, 6 años.

Fantasmas

"-¿Vos lo conocés al fantasma Benito? ¿Es malo o es juguetón?"

" - ¿Y vos de dónde sacaste lo del Fantasma Benito?

- Me lo dijeron los chicos en la escuela."

Uriel, 6 años.

Fiesta de Iemanjá

"-Me dió impresión lo de anoche...

- ¿Qué te dió impresión?

- No sé.

- ¿El fuego? ¿la virgen?

- Es que no entiendo, por qué el barco al mar. Yo no quiero ir en ese barco."

"Te hicimos un regalo. Lo que te mandaron al barco, a otro barco te lo vamos a dar nosotros."

Pescado al aire

"Qué pasa si no creo en dios?...nada, ¿no?" Francisco, 12 años.


Pedaleo
Pedaleo
Pedaleo
con mi bici azul
casi llego al cielo.
Deforme
una piedra
me tiró al piso
y no llegué al cielo
el suelo no quiso.

(Ariel Guzmán)

Yo me encontré una pluma
y era de color café
oscurísima caricia
para dejar en tu piel
También vi varias plumitas
planeando en el aire azul
le hacían de calesita
al tronco del abedul
Aplastada, invisible,
la ramita estaba allí
tan rara, tan misteriosa,
me estaba esperando a mí.

(José Guzmán)

"una pequeña bolsa de oscuridad" (Zoe y Carla)

"un pedacito de noche en una bolsa" (Fiorella y Marcos)

"la serpiente de cascabel"


"Te hice a vos agua"

"Te hice a vos agua"
Thiago y la fiesta de Iemanjá

Circo Loco

Circo Loco
Luna, enero 2011

papelitos

papelitos