sábado, 9 de abril de 2011

te fuiste yendo
tan pronto
por qué
hasta no sé dónde
allá otra casa
otra ciudad
todo otro te hiciste
otro nuevo
.
¿de dónde nos fuimos?
ya no puedo regresar
vos sí
ese lugar
huele distinto
la panadería
no está
el chajá el café
o la sobremesa
       
no existen para mí

tu nueva casa
no tiene olores
    aunque
     el sol
      sea
tibio y claro
el río
tenga brillitos.
espero el domingo
y su paseo por la feria de libros
salir a pleno sol
mediodía
caminar
el parque centenario
el olor a viejo de las revistas

vamos cruzando
alguna puerta
quizás

a mitad de cuadra
no puedo esperar
me detengo
entre dos autos estacionados
abro las páginas rosadas y brillantes

me pierdo
en una fotonovela barbi
el sol de otoño
me llama
vamos hija!
yo, sí ya voy
llego corriendo
frío en la garganta
en la entrada del edificio
sí, es domingo
a la sombra del paraíso
vos conmigo
yo con vos.

viernes, 8 de abril de 2011

No tengo ataques de pánico
no estoy medicada
no abuso del alcohol
ni las drogas
no fumo
me mantengo
una rutina
voy al trabajo
llego temprano
a los entramientos
mis ejercicios
pago
el alquiler
las cuentas
soy
una buena vecina
limpia
en mi casa
cuido la higiene
a mi madre
la llamo
una vez por semana
me acuerdo
de los cumpleaños de mis amigos
le doy de comer al gato
riego las plantas
Normal en fin
una chica
sólo
de noche
aprieto los dientes
se me ajustan las cervicales
las jaquecas me doblan
es sospechoso
lo mucho que necesito las siestas
analgésicos sí
varias veces por semana
paso
encerrada
en mi casa
no tengo deseo sexual
no tengo ganas de comer
nunca
fui tan delgada
como ahora
tan silenciosa
tan apagada
tan ordenada
amo la música
no la escucho
y mi gato
me muerde
y escribo
escribo
escribo.

lunes, 4 de abril de 2011

Mi domingo lava la ropa. A mano en la pileta, y mira las nubes. Quiere dejar el agua correr, la canilla abierta. Pero no, no se puede. Hay que ahorrar agua, decís. ¿Cuántas cosas más hay que ahorrar? ¿Hay que ahorrar abrazos? ¿miradas? ¿palabras? Quizás algunas de estas últimas sí, sería conveniente. Pero yo no quiero ahorrar, y tampoco estoy segura de si me conviene convenir, digo con la convención. Qué fácil entrar en ella y qué embrollo salir. Por ahí es algo inconveniente lo que vaya a decir ¿cierto?
Igual hago la prueba, y me voy adentro. Escucho que golpea contra la ropa de la pileta el chorro desprolijo. Soy feliz unos instantes.
Cuelgo la ropa pero la estrujo todo lo que puedo, si no chorrea. ¡Y sigue el agua corriendo!
Domingo está húmedo y seco, ¿es posible? No corre una gota de aire, no se mueven las plantas, ni el tender, no suena la calle, no nada.
Veo los reflejos rojizos en las ventanas de enfrente y me acuerdo, que desde el fondo, se ve el atardecer.
La canilla sigue corriendo.
No estoy aburrida exactamente. Estoy en cada cosa que hago. Pero, domingo asoma una palabra. Yo no quiero llamarla, no sea cosa que se haga definitivamente real.
Vengo
de un huevo o cigota
de un adentro
de algo
adentro
no sé
si tenía vasos comunicantes
o membrana porosa
era un ombligo
era pelusa
de mí
tibia y fruncida
enrulada era
como una vaina
como una chaucha
era
hermosísima
una alga
fosforescente
y era ciega
no necesitaba ojos
para saberme

con mis propios pelitos
me acariciaba
conocía
hasta la risa
inventé
era cosquilla
(claro que eso no lo sabía)

Y lo increíble
lo más bello
era cómo
de cada sortija
seguía naciendo.

Era panadero
suave
volador
me desprendí de mi tallo

y asi vengo
estoy llegando
algo cansada
despeinada
el trajín los vientos
¿me dicen que estoy pelada?
¿arrugada por el costado?

Soy cascarita
pancita seca
me rasco y
ops!
soy semilla

Huevo, pelusa,
chaucha y panadero:
fue lindo
tantos lugares
¡cómo me hicieron andar!

Me voy yendo
estoy muerta
de sed y calor
redondita
ruedo
hasta la tierra
qué sueño
una siestita
no me acuerdo,
¿ qué decía?
¿qué decía?

Cuerpo Compartido

El viento me despeina batiendo alas
se lleva mi pensamiento sobre una barca emplumada
y ahora que nos separa la lejanía
un ojo lo tengo triste y el otro me da alegría

Elizabeth Morris

Desde entonces
dejé de comer carne.
Pero un pedazo de tu corazón
comería con gusto

Inventarios

Tengo que hacer un inventario
lo que quedo de vos en los estantes
adentro de la alacena en las polillas.
Lo que se comieron las arañas
rincón donde se pierden las afirmaciones.

Miradas que salían desde tus ojos
en esa última noche
convirtiéndose en un muffin relleno de pólvora
incrustado en cada uno de los muebles.
El vapor de la pava silbadora
la manera en la que tus manos
se llevan el ultimo cigarrillo a la boca.

Vení, baila algo, lo que sea
que tu cuerpo sangre y no sean
tus hijos los que se van.
Recostarte otra vez sobre la cama
tu saliva saliendo de mi boca
volviendo a la mía
mientras los cuerpos se alejan
la transpiración sobre las espaldas
ingresa otra vez en la piel
destila el dióxido de carbono excedido
suspendido en el aire.

La ropa se levanta del piso, nos viste.
Mis células aspirándose de tus brazos
vuelven a mis manos
las medias grises te levantan
con la misma fuerza con la que caímos.
Salimos de la casa
caminando en direcciones opuestas
como si nunca nos hubiéramos cruzado.

Anoche me di cuenta
que te había estado esperando toda mi vida
nunca creí del todo
que fueras de poliéster o epidermis
imaginaba verte de neón.

Entre tanto
soy la huelga en la puerta de tu lengua
la tibieza dentro de una taza
donde ya no quedan rastros del té
y no hay pericia que valga
para sustentar el vacío.

Las compras las voy a hacer por la mañana
ocupar el espacio que dejaste
los doscientos seis huesos
que movía tu cuerpo por la casa.

mariana garrido, http://borronyversonuevo.blogspot.com/

PUERCOESPINES


Y alguien se fía de mí,
alguien cree que no le miento.
Hay un lugar en mi cuerpo
que se llama vejiga, donde van a hacer hueco mis terrores,
paletas de nácar.

A veces cuando tengo demasiado
tengo
la sensación de un panal en el estómago,
con su abeja reina madre puerca espina.

No, yo no le mentí a nadie, todavía.
No dije de ciertos asuntos sus bordes celestes ni cosa parecida, hay
veces que preferiría el himen muerto a tus córneas.
Lo juro.
¿Se puede jurar en un poema?

Estoy arremolinada en el lomo de mi cuerpo
como un estropajo que intentase darse forma, versión o guarismo:
pero las matemáticas son para mí como monstruos negros
como esas bocas hembras bocas voluta de humo.

Y alguien cree en mis escombros, alguien
todavía se obnubila,
cimienta su fraude privado.

Yo no te merezco, voy a decirlo para que te lo aprendas como un ábaco.

Yo no te merezco, y nadie va a darte una certeza igual de redonda.
Apenas sé mecerme, apenas sé de las hamacas
su margen liviano,
quién te dejó ciego antes de mí,

de esta urdimbre de celofanes secos.

A nadie le debo las gracias ni
la placenta.

Más bien, diríase que alguien que pinta sus ojos con astillas me está en mora
y sus piernas me acechan.

No, yo dije que no había mentido tanto, no dije que nunca ni dije
la corrección como una cabra vencida en la pampa seca de un solo disparo
y todavía en el polígono mi padre me pide que apunte al piso
que nunca, pero nunca, levante el arma
que tenga respeto pero que, mejor, tenga miedo
que cuanto más miedo se tiene menos errores y más cerca
del cuerpo los codos

como para almorzar, a tientas, con las servilletas bajo las axilas
sin que los cubiertos hagan rechinar la cerámica sin
que las flores que alguien les bordó con tinta azul se desmenucen
sin que nadie chiste ni pida postre.

No, yo no dije que mintiese tanto, no dije de mí una sola cosa todavía.

El poema es un panal de abejas en el que se cuecen los hábitos

y la puercoespina, la muy madre, la muy cabra,
zumba dentro de la balacera su iracundia.

No, yo no dije que hubiese mentido,
hubiéramos hecho un pacto de muerte, los ábacos
no saben decir la palabra infinito, todavía
no se atreven al cero.

Creo que todo fue un asunto de matemáticas y salitres y yo no tenía
menos miedo al océano
como una postal de la Grecia que me dieron, sin haber
conocido los hexágonos primero:

Grecia, un nombre para mi hija

pero habrá que advertirle de su madre
que un día se tragará sus huesos sin que las servilletas se caigan
de debajo de sus axilas.

de Valeria Tentoni (inédito)


En los cuadernos
las cosas se rompen
la canilla del agua
pierde deliberadamente
las etiquetas
llevan nombres mudos
se diluye la sangre
en ríos está corriendo
se vacía la espera

Harta la piel de las vísceras
de los ojos se fuga la luz
y queda la borra
en el fin de la taza

Me deshago bajo las uñas
pasan trenes sin intermitencias
son trenes ajenos
caigo los párpados
y basta
como en el circo


Noche lobo

la noche lobo
me estalló en la cara
ahora
no sé quién soy

saciar
el alma
lo estrellado en el sueño
llevar olfato entre la maleza
los dientes firmes
la saliva incandescente


Fedra Spinelli en Digo Bosque y otros poemas



Un viernes increíble.

Tan increíble como si tuvieras enfrente un montón de mierda
que te pasa en altura.
Increíble y útil.

Útil como un montón de mierda cargada de nutrientes que han a fertilizar y fortalecer la tierra en que sembramos.
Un viernes increíble, inútil y agotador.

Agotador como si sostuvieras una larga y dura lucha contra una pared de hormigón armado, que te separa de la guardilla donde están las semillas y herramientas.

No hoy ni mañana,
pero en algún momento
vamos a cosechar los frutos
de este increíblemente útil y agotador viernes.

Y a las nubes cabreras que ni se atrevan a llover de más.
Porque mañana voy a estar repuesto y listo para soplar, abanicar y golpearlas en las pelotas para que no arruinen la cosecha.

Charly Punk











Muchacha Punk

Muchacha Punk
Ilustra Diana Regueira

Galletita de Coco (textos por niñxs)

Conversaciones

Animales

- ¿te gustan las palomas?

- ¿qué, para comerlas?


- ¿esos caballos son salvajes porque se salvaron?


Reyes

- che me parece que nos vamos a tener que portar bien

- por? para mi que los reyes son mamá

- por eso te lo digo

Navidad

"- ¿No sabemos donde está Papá Noel? ¿Está en el cielo? ¿Duerme o no duerme Papá Noel?"

Uriel, 6 años.

Fantasmas

"-¿Vos lo conocés al fantasma Benito? ¿Es malo o es juguetón?"

" - ¿Y vos de dónde sacaste lo del Fantasma Benito?

- Me lo dijeron los chicos en la escuela."

Uriel, 6 años.

Fiesta de Iemanjá

"-Me dió impresión lo de anoche...

- ¿Qué te dió impresión?

- No sé.

- ¿El fuego? ¿la virgen?

- Es que no entiendo, por qué el barco al mar. Yo no quiero ir en ese barco."

"Te hicimos un regalo. Lo que te mandaron al barco, a otro barco te lo vamos a dar nosotros."

Pescado al aire

"Qué pasa si no creo en dios?...nada, ¿no?" Francisco, 12 años.


Pedaleo
Pedaleo
Pedaleo
con mi bici azul
casi llego al cielo.
Deforme
una piedra
me tiró al piso
y no llegué al cielo
el suelo no quiso.

(Ariel Guzmán)

Yo me encontré una pluma
y era de color café
oscurísima caricia
para dejar en tu piel
También vi varias plumitas
planeando en el aire azul
le hacían de calesita
al tronco del abedul
Aplastada, invisible,
la ramita estaba allí
tan rara, tan misteriosa,
me estaba esperando a mí.

(José Guzmán)

"una pequeña bolsa de oscuridad" (Zoe y Carla)

"un pedacito de noche en una bolsa" (Fiorella y Marcos)

"la serpiente de cascabel"


"Te hice a vos agua"

"Te hice a vos agua"
Thiago y la fiesta de Iemanjá

Circo Loco

Circo Loco
Luna, enero 2011

papelitos

papelitos