lunes, 26 de diciembre de 2016

De una entrevista a la artista Silvia Rivas. Algunas notas textualmente infieles, pero intuitivamente afines.
Que la materialidad de mi trabajo tenga que ver con la poética. Hay cosas que no se ven. Pero se sienten. ¿Una ética del trabajo artístico?
La palabra que nunca se encuentra, que no se termina de decir, es en ese hueco, donde se dibuja la sensación.
El tiempo y cómo se vivencia esa temporalidad. Después está el espacio. El sujeto. Y la materialidad. Las vivencias. Memoria: se amasa del registro de estos elementos entrelazados, siempre por la vía regia de la experiencia, de lo vivencial.
El pasado. Una continuidad: la casa donde naciste, donde jugaste, hiciste los deberes de la escuela, la casa de tus padres a donde volvés, a donde vivís. El corte: la inmigración, el irse, una historia que se aisla sobre sí misma, como un tiempo ideal. ¿Y el futuro?
El presente. Lo más remoto. Inasible. Es lo que se está perdiendo permanentemente.
A contrapelo del mundo actual. Obras para ser pausadas. Dejar un tiempo de reflexión a quien las mira.

http://www.silviarivas.com/series-2000-hoy/momentum/#!prettyPhoto[pp_gal]/2/

http://www.silviarivas.com/series-2000-hoy/layers/#!prettyPhoto[pp_gal]/3/]/3/


martes, 20 de septiembre de 2016

me preparo para este momento como si fuera a comer una torta de aire
sí, espesa, voluminosa y contundente, pero de aire
que entre por mis narinas e infle hasta que mi piel quede tensa
tensa como las pelotas nuevas, o las llantas de la bici recién cargada
así las cosas sólo resta rebotar
lo cual encierra dos puntos posibles
rebotar de mí contra toda otra superficie
o rebotar de todo lo otro que intente acercarse a mí
puede ser un estado de completud
puede ser uno de negación
en fin que tanta tensión sólo puede conducir a una progresiva expulsión
un desborde
como un dique que saturó su capacidad
y a fuerza de contener el líquido que presiona y puja por ir más allá
termina rompiendo abruptamente sus propias fronteras
esto es repentino
es estampida
una violencia involuntaria contra el equilibrio de las cosas
correte amor, que viene
te expliqué muchas veces
no es nada personal
ya viene
vos correte





domingo, 17 de julio de 2016

Donde nace la poesía II

sin miedo ni ataduras
disipa el alma lo oscuro
del centro viene el silencio
de la tierra la poesía
y en verde el pecho florece
desplegando sus semillas

Canción Zamba y Semilla - Ana Sofía Stamponi

https://www.youtube.com/watch?v=sPc7ECSpf9U


viernes, 15 de julio de 2016

¿Dónde empieza la poesía?

En todas las relaciones humanas aparecen dos grandes zonas silenciosas: antes y después de la palabra. Antes cuando todavía no se hablado, uno se encuentra en un estado de pudor que permite que la palabra nazca del silencio y que así ésta -al evitar el discurso, lo explicativo- tenga más fuerza. [...] El otro silencio es el de después: cuando ya no tenemos más nada que decirnos [...]
Jacques Le Coq, El cuerpo Poético


viernes, 8 de julio de 2016

Venimos de un abismo oscuro, terminamos en un abismo oscuro. Al espacio de luz entre esos 
dos abismos lo llamamos Vida.
Nikos Kazantzakis

jueves, 7 de abril de 2016

lo que una vez quiso ser borrado
retorna con inmensa insistencia

mi recuerdo es una foto movida

destellos de luces que forman trazos que se doblan y se quiebran
la luz azul de la noche
y suenan como ahora los grillos y otros bichos

huidiza figura sobre fondo
como tus ojos
se escurría
y tu sonrisa...
qué puedo decir de ella
fue siempre maravillosa

el contorno siempre borroso de tu cara
siempre moviéndose para no ser capturada
que nadie se mire en tu fuente
ese pozo profundo donde escondías
tesoros y miserias

a veces no distingo tus imágenes de las mías
es un sólo relato hecho de dos tiempos
yo empezando desde el principio
vos desde el final

si yo llegaba
vos te ibas
el encuentro,
como un punto de fuga
había que imaginarlo en otra escena

improbable probable nulo
vuelve el deseo de hallarte
límite confuso
al que me acerco
cada vez que te olvido




miércoles, 2 de marzo de 2016

era una presencia invasiva
como no pudiste librarte de ella
te desterraste vos de esta vida
¿vos me intuías?
¿acaso sabías
que yo también cargaba
con una presencia que me ausentaba?
el salto fue para siempre
pueden callar tus palabras ahora
ocultar como siempre esa herida
tu grito sobrevuela toda mentira


jueves, 11 de febrero de 2016

Eugenio Barba y la técnica del actor

El comportamiento del hombre cotidiano y el comportamiento del hombre en la danza/teatro
“…lo que nosotros llamamos técnica es una utilización particular de nuestro cuerpo”.
Utilizamos nuestro cuerpo de manera sustancialmente diferente en la vida cotidiana y en las situaciones de representación. A nivel cotidiano tenemos una técnica del cuerpo condicionada por nuestra cultura, nuestra condición social, nuestro oficio. Pero en una situación de representación existe una utilización del cuerpo, una técnica del cuerpo que es totalmente distinta. Se puede, pues, distinguir una técnica cotidiana de una técnica extracotidiana.
Las técnicas cotidianas no son conscientes: nos movemos, nos sentamos, llevamos peso […] con gestos que creemos naturales y que, por el contrario, están determinados culturalmente. […] El primer paso para descubrir cuáles pueden ser los principios de la vida del actor consiste, pues, en comprender que a las técnicas cotidianas del cuerpo se oponen técnicas extracotidianas, es decir, técnicas que no respetan los condicionamientos habituales del uso del cuerpo.
A estas técnicas extracotidianas recurren quienes se ponen en situación de representación.
Las técnicas cotidianas del cuerpo se caracterizan en general por el principio del menor esfuerzo: conseguir un rendimiento máximo mediante un gasto mínimo de energía. Las técnicas extracotidianas se basan, al contrario, en el derroche de energía. Parecen incluso sugerir a veces un principio especular a lo que caracteriza las técnicas cotidianas del cuerpo: el principio del máximo gasto de energía para un mínimo resultado.
Pero el derroche, el exceso en el uso de la energía no basta para explicar la fuerza que caracteriza la vida del actor. Es evidente la diferencia entre esta vida y la vitalidad de un acróbata e incluso de ciertos momentos de gran virtuosismo en la Opera de Pekín y en otras formas de teatro o danza. En estos casos, los acróbatas, los bailarines, los actores nos muestran otro cuerpo, un cuerpo que utiliza técnicas muy distintas de las cotidianas, tan distintas que aparentemente pierden todo contacto con éstas. No se trata ya de técnicas extracotidianas, sino simplemente de otras técnicas. En este caso, ya no existe más la tensión del alejamiento, ya no existe más una relación dialéctica, sino tan sólo distancia: en suma, la inaccesibilidad de un cuerpo virtuoso.
Las técnicas cotidianas del cuerpo tienden a la comunicación, las del virtuosismo tienden a la maravilla y a la transformación del cuerpo. Las técnicas extracotidianas, sin embargo, tienden a la información: éstas, literalmente, ponen en forma el cuerpo. En esto consiste la diferencia esencial que las separa de las técnicas que, al contrario, lo transforman.

Eugenio Barba, “Más Allá de las Islas Flotantes”

martes, 2 de febrero de 2016

Ursula K. Le Guin - La Mano Izquierda de la Oscuridad (II)

“Y entonces vi de nuevo, y para siempre, lo que siempre había temido ver,  y que siempre había evitado ver: que él era una mujer tanto como un hombre. Toda necesidad de explicarse los orígenes de ese miedo desapareció con el miedo mismo; y al fin no quedó en mí otra cosa que haber aceptado a Estraven tal como era. Hasta entonces yo lo había rechazado, había rehusado reconocerlo. Estraven había tenido mucha razón cuando dijo que él, la única persona de Gueden que había confiado en mí, era el único guedeniano de quien yo desconfiaba. Pues él era el único que me había aceptado del todo como ser humano; a quien yo le había agradado como persona y me había sido leal, y que por lo mismo había esperado de mí un grado semejante de reconocimiento, de aceptación. Yo me había resistido, y había tenido miedo. Yo no quería dar mi confianza y mi amistad a un hombre que era una mujer, a una mujer que era un hombre.”
“Pues me parecía, y creo que a él también, que de esa tensión sexual que había entre nosotros, admitida y entendida ahora, aunque no por eso aliviada, de esa tensión nacía la notable y repentina seguridad de que éramos amigos; una amistad que los dos necesitábamos tanto en nuestro exilio, y ya tan probada en los días y noches de aquel duro viaje, y que también, tanto ahora como después, podía llamarse amor.”

“Pero ese amor venía de la diferencia entre nosotros, no de las afinidades y semejanzas, y esto era un puente en verdad, el único puente tendido sobre lo que tanto nos separaba. Para nosotros el contacto sexual hubiese sido encontrarnos de nuevo como extraños. Nos habíamos tocado del único modo posible.”

Ursula K. Le Guien - La Mano Izquierda de la Oscuridad (I)

“No trato de decir que fui feliz en esas semanas en que arrastramos el trineo por una capa de hielo, en pleno invierno. Yo tenía hambre, y me sentía agotado, y ansioso a menudo y todo empeoraba con el paso de los días. No era feliz entonces. La felicidad depende de algún modo de la razón, y sólo se gana con el auxilio de la razón. Lo que se me dio entonces fue eso que no se gana y no se conserva, y a veces ni siquiera se reconoce en el momento: alegría.”

Acerca de la repetición. Composición y Verdad.

Acerca de la repetición, en una nota al coreógrafo Pablo Rotemberg sobre su obra La Wagner:

“La obra tiene una estructura repetitiva y las secuencias de movimiento son monótonas y repetitivas” en general, explica. La recurrencia, la repetición, lo monótono, son una búsqueda formal para dar cuenta de “una idea que creo que representa el mundo tal como lo veo ahora: que nada tiene valor o que todo tiene el mismo valor. Entonces, una coreografía híper compleja o un cuerpo muy complejo en su manera de moverse tienen, en un punto, el mismo valor que ese cuerpo haciendo ochocientos saltos iguales. Es como si todo diera lo mismo en relación a lo que hace un cuerpo en escena”.

la nota completa en   http://revistalabra.com.ar/la-violenta-danza-del-azar/#comment-24

Cuerpo Compartido

El viento me despeina batiendo alas
se lleva mi pensamiento sobre una barca emplumada
y ahora que nos separa la lejanía
un ojo lo tengo triste y el otro me da alegría

Elizabeth Morris

Desde entonces
dejé de comer carne.
Pero un pedazo de tu corazón
comería con gusto

Inventarios

Tengo que hacer un inventario
lo que quedo de vos en los estantes
adentro de la alacena en las polillas.
Lo que se comieron las arañas
rincón donde se pierden las afirmaciones.

Miradas que salían desde tus ojos
en esa última noche
convirtiéndose en un muffin relleno de pólvora
incrustado en cada uno de los muebles.
El vapor de la pava silbadora
la manera en la que tus manos
se llevan el ultimo cigarrillo a la boca.

Vení, baila algo, lo que sea
que tu cuerpo sangre y no sean
tus hijos los que se van.
Recostarte otra vez sobre la cama
tu saliva saliendo de mi boca
volviendo a la mía
mientras los cuerpos se alejan
la transpiración sobre las espaldas
ingresa otra vez en la piel
destila el dióxido de carbono excedido
suspendido en el aire.

La ropa se levanta del piso, nos viste.
Mis células aspirándose de tus brazos
vuelven a mis manos
las medias grises te levantan
con la misma fuerza con la que caímos.
Salimos de la casa
caminando en direcciones opuestas
como si nunca nos hubiéramos cruzado.

Anoche me di cuenta
que te había estado esperando toda mi vida
nunca creí del todo
que fueras de poliéster o epidermis
imaginaba verte de neón.

Entre tanto
soy la huelga en la puerta de tu lengua
la tibieza dentro de una taza
donde ya no quedan rastros del té
y no hay pericia que valga
para sustentar el vacío.

Las compras las voy a hacer por la mañana
ocupar el espacio que dejaste
los doscientos seis huesos
que movía tu cuerpo por la casa.

mariana garrido, http://borronyversonuevo.blogspot.com/

PUERCOESPINES


Y alguien se fía de mí,
alguien cree que no le miento.
Hay un lugar en mi cuerpo
que se llama vejiga, donde van a hacer hueco mis terrores,
paletas de nácar.

A veces cuando tengo demasiado
tengo
la sensación de un panal en el estómago,
con su abeja reina madre puerca espina.

No, yo no le mentí a nadie, todavía.
No dije de ciertos asuntos sus bordes celestes ni cosa parecida, hay
veces que preferiría el himen muerto a tus córneas.
Lo juro.
¿Se puede jurar en un poema?

Estoy arremolinada en el lomo de mi cuerpo
como un estropajo que intentase darse forma, versión o guarismo:
pero las matemáticas son para mí como monstruos negros
como esas bocas hembras bocas voluta de humo.

Y alguien cree en mis escombros, alguien
todavía se obnubila,
cimienta su fraude privado.

Yo no te merezco, voy a decirlo para que te lo aprendas como un ábaco.

Yo no te merezco, y nadie va a darte una certeza igual de redonda.
Apenas sé mecerme, apenas sé de las hamacas
su margen liviano,
quién te dejó ciego antes de mí,

de esta urdimbre de celofanes secos.

A nadie le debo las gracias ni
la placenta.

Más bien, diríase que alguien que pinta sus ojos con astillas me está en mora
y sus piernas me acechan.

No, yo dije que no había mentido tanto, no dije que nunca ni dije
la corrección como una cabra vencida en la pampa seca de un solo disparo
y todavía en el polígono mi padre me pide que apunte al piso
que nunca, pero nunca, levante el arma
que tenga respeto pero que, mejor, tenga miedo
que cuanto más miedo se tiene menos errores y más cerca
del cuerpo los codos

como para almorzar, a tientas, con las servilletas bajo las axilas
sin que los cubiertos hagan rechinar la cerámica sin
que las flores que alguien les bordó con tinta azul se desmenucen
sin que nadie chiste ni pida postre.

No, yo no dije que mintiese tanto, no dije de mí una sola cosa todavía.

El poema es un panal de abejas en el que se cuecen los hábitos

y la puercoespina, la muy madre, la muy cabra,
zumba dentro de la balacera su iracundia.

No, yo no dije que hubiese mentido,
hubiéramos hecho un pacto de muerte, los ábacos
no saben decir la palabra infinito, todavía
no se atreven al cero.

Creo que todo fue un asunto de matemáticas y salitres y yo no tenía
menos miedo al océano
como una postal de la Grecia que me dieron, sin haber
conocido los hexágonos primero:

Grecia, un nombre para mi hija

pero habrá que advertirle de su madre
que un día se tragará sus huesos sin que las servilletas se caigan
de debajo de sus axilas.

de Valeria Tentoni (inédito)


En los cuadernos
las cosas se rompen
la canilla del agua
pierde deliberadamente
las etiquetas
llevan nombres mudos
se diluye la sangre
en ríos está corriendo
se vacía la espera

Harta la piel de las vísceras
de los ojos se fuga la luz
y queda la borra
en el fin de la taza

Me deshago bajo las uñas
pasan trenes sin intermitencias
son trenes ajenos
caigo los párpados
y basta
como en el circo


Noche lobo

la noche lobo
me estalló en la cara
ahora
no sé quién soy

saciar
el alma
lo estrellado en el sueño
llevar olfato entre la maleza
los dientes firmes
la saliva incandescente


Fedra Spinelli en Digo Bosque y otros poemas



Un viernes increíble.

Tan increíble como si tuvieras enfrente un montón de mierda
que te pasa en altura.
Increíble y útil.

Útil como un montón de mierda cargada de nutrientes que han a fertilizar y fortalecer la tierra en que sembramos.
Un viernes increíble, inútil y agotador.

Agotador como si sostuvieras una larga y dura lucha contra una pared de hormigón armado, que te separa de la guardilla donde están las semillas y herramientas.

No hoy ni mañana,
pero en algún momento
vamos a cosechar los frutos
de este increíblemente útil y agotador viernes.

Y a las nubes cabreras que ni se atrevan a llover de más.
Porque mañana voy a estar repuesto y listo para soplar, abanicar y golpearlas en las pelotas para que no arruinen la cosecha.

Charly Punk











Muchacha Punk

Muchacha Punk
Ilustra Diana Regueira

Galletita de Coco (textos por niñxs)

Conversaciones

Animales

- ¿te gustan las palomas?

- ¿qué, para comerlas?


- ¿esos caballos son salvajes porque se salvaron?


Reyes

- che me parece que nos vamos a tener que portar bien

- por? para mi que los reyes son mamá

- por eso te lo digo

Navidad

"- ¿No sabemos donde está Papá Noel? ¿Está en el cielo? ¿Duerme o no duerme Papá Noel?"

Uriel, 6 años.

Fantasmas

"-¿Vos lo conocés al fantasma Benito? ¿Es malo o es juguetón?"

" - ¿Y vos de dónde sacaste lo del Fantasma Benito?

- Me lo dijeron los chicos en la escuela."

Uriel, 6 años.

Fiesta de Iemanjá

"-Me dió impresión lo de anoche...

- ¿Qué te dió impresión?

- No sé.

- ¿El fuego? ¿la virgen?

- Es que no entiendo, por qué el barco al mar. Yo no quiero ir en ese barco."

"Te hicimos un regalo. Lo que te mandaron al barco, a otro barco te lo vamos a dar nosotros."

Pescado al aire

"Qué pasa si no creo en dios?...nada, ¿no?" Francisco, 12 años.


Pedaleo
Pedaleo
Pedaleo
con mi bici azul
casi llego al cielo.
Deforme
una piedra
me tiró al piso
y no llegué al cielo
el suelo no quiso.

(Ariel Guzmán)

Yo me encontré una pluma
y era de color café
oscurísima caricia
para dejar en tu piel
También vi varias plumitas
planeando en el aire azul
le hacían de calesita
al tronco del abedul
Aplastada, invisible,
la ramita estaba allí
tan rara, tan misteriosa,
me estaba esperando a mí.

(José Guzmán)

"una pequeña bolsa de oscuridad" (Zoe y Carla)

"un pedacito de noche en una bolsa" (Fiorella y Marcos)

"la serpiente de cascabel"


"Te hice a vos agua"

"Te hice a vos agua"
Thiago y la fiesta de Iemanjá

Circo Loco

Circo Loco
Luna, enero 2011

papelitos

papelitos